
Undurraga acorralado: crecen las señales de que la DC se encamina a apoyar a Jeannette Jara
La presión de parlamentarios, alcaldes, dirigentes regionales y la necesidad de asegurar la sobrevivencia parlamentaria están empujando al partido hacia una definición que, cada vez con más fuerza, apunta a respaldar a la abanderada oficialista, aunque eso implique un giro en la postura del timonel.
Pese a los intentos del presidente de la Democracia Cristiana (DC), Alberto Undurraga, por mantener al partido —al menos en el discurso— alejado de la candidatura presidencial de Jeannette Jara (PC), los hechos y las presiones internas comienzan a delinear otro desenlace.
Con la Junta Nacional fijada para el próximo 26 de julio, el escenario se vuelve cada vez más crítico para la tienda falangista, donde se hace evidente que las opciones de sobrevivencia pasan por su incorporación a la lista parlamentaria oficialista, incluso si eso implica respaldar a la abanderada del comunismo.
La señal más reciente se dio en la primera reunión de la comisión negociadora de los ocho partidos del oficialismo, instancia a la que se sumaron la secretaria nacional de la Falange, Alejandra Krauss; Luis Ruz, presidente del centro de pensamiento Democracia y Comunidad, perteneciente a la DC; y Óscar Ramírez, tercer vicepresidente nacional.
Krauss ha descartado tanto el camino propio como la posibilidad de levantar una candidatura presidencial propia o respaldar a un independiente. En declaraciones a la prensa, a diferencia de Undurraga, ha planteado la necesidad de abrirse al diálogo y entender por qué la ciudadanía confía en Jeannette Jara. También aseguró que Eduardo Frei Ruiz-Tagle no estará disponible.

Krauss se posicionó en contra de la (fallida) candidatura de Undurraga para llegar a la primera vuelta.
Hasta ahora, el mandato del Presidente Gabriel Boric es claro: una lista parlamentaria única del oficialismo tras la victoria de Jara. En ese contexto, la posibilidad de que la DC apoye a un independiente como Marcelo Trivelli o Harold Mayne-Nicholls y a la vez intente negociar su inclusión en la lista única se vuelve inviable. Así lo reconocen al interior de la tienda. Y lo mismo ocurre con levantar una candidatura propia o ir en una lista parlamentaria separada: en ambos casos, el riesgo de desaparecer se vuelve real.
“Un propósito de la DC es la existencia de una lista que le permita confluir con el Socialismo Democrático. Pero esa pretensión, la tenemos delimitada a la decisión de la izquierda, que hasta la fecha ha indicado que se trabajará en una sola lista”, reconoce a El Mostrador el presidente regional metropolitano de la DC, Rodrigo Albornoz.
Cabe mencionar que, según la suma de los requerimientos presentados por los nueve partidos, la coalición de gobierno —con la Democracia Cristiana incluida— inicia la negociación con una demanda total de 402 cupos parlamentarios. Esta cifra representa un desafío considerable para el oficialismo, ya que una lista unitaria contempla solo 183 candidaturas posibles a la Cámara de Diputados. Por ello, será necesario un trabajo de ajuste en las próximas semanas para reducir esas aspiraciones. El plazo final para alcanzar un acuerdo vence a la medianoche entre el lunes 18 y el martes 19 de agosto.
En la DC, la amenaza de la extinción está sobre la mesa. Con apenas un 4,2% de los votos en la última parlamentaria, la DC está en el límite legal de continuidad que fija el artículo 56 de la Ley de Partidos. “La pregunta es cómo evitar que el partido desaparezca”, reconoce un dirigente. Y es en ese marco que crecen las presiones desde sus propias filas.
Presión para evitar la extinción
Parlamentarios como Yasna Provoste, Francisco Huenchumilla y Eric Aedo ya han advertido que es necesario llegar a un acuerdo con la centroizquierda para asegurar la sobrevivencia del partido. Aedo, incluso, ha sido categórico en diversas entrevistas: “Apoyar a Mayne-Nicholls y pedir espacio en una lista única no lo entiende nadie. No es razonable ni políticamente maduro”. Recordó que la bancada DC ya no es la de los 40 diputados de los noventa, sino apenas 4, sumando 5 independientes para llegar a 9. “Sin parlamentarios, no existe partido”, sentenció en un reciente capítulo del programa 32 Minutos que se transmite por YouTube.
La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), también oficializó su respaldo a Jeannette Jara y descartó otras alternativas. En su entorno figura Alejandro Vargas, su jefe de gabinete, militante DC, exconcejal de Conchalí —oriundo de la población El Cortijo, al igual que Jara— y hoy precandidato a diputado por el competitivo Distrito 9, histórico bastión del PC, donde podría competir con Daniel Jadue y Guido Girardi.
Vargas, quien incluso compitió con Jara por la alcaldía de Conchalí en 2021, es cercano a Alberto Undurraga y estuvo a cargo de las finanzas del partido como administrador general de fondos de la Democracia Cristiana. Días después de la primaria oficialista, compartió públicamente las reflexiones del senador Huenchumilla en la misma línea, además de una foto suya con Jara tomada en 2017.

Las señales también vienen desde las regiones. La Junta Regional de Magallanes ya manifestó un apoyo unánime a Jara tras descartar la libertad de acción o levantar una carta propia. “Lo que debemos hacer es apoyar a la señora Jeannette Jara”, concluyó su comunicado.
Eso sí, en contraste, desde Valparaíso más de 90 militantes publicaron una carta en respaldo a Undurraga y contra un eventual apoyo a la exministra, recordando el éxodo masivo de militantes tras la integración con el PC en la Nueva Mayoría.
Pedro Vera, delegado de la Junta Nacional, sintetizó lo que a su juicio debería ser el nuevo sentido común dentro del partido. “Realismo y consecuencia son los valores que deben orientar nuestra decisión. Jara no representa ningún peligro para la DC ni para la democracia chilena. Lo que representa una amenaza es la derecha golpista y extrema”, comentó a El Mostrador.
En la misma línea circulan textos internos que destacan la afinidad doctrinaria de la propuesta de Jara con la histórica vocación socialcristiana de la DC.
Mientras tanto, ni Marcelo Trivelli ni Harold Mayne-Nicholls han recibido nuevas señales de Alberto Undurraga. Ambos afirman no haber sido contactados en el último tiempo por el presidente de la DC y continúan reuniendo firmas para sus candidaturas, aunque Trivelli reconoce haber sostenido conversaciones con algunos dirigentes nacionales y regionales falangistas.
Undurraga había notificado al partido que conversaría con quienes están reuniendo firmas.
Tal como adelantó el newsletter +Política de El Mostrador, como consuelo, el presidente de la DC cuenta con el respaldo de expresidentes de la colectividad como Carmen Frei, Carolina Goic y Juan Carlos Latorre. En paralelo, con cautela, Ignacio Walker ha advertido que un apoyo a Jara podría significar el quiebre del partido. “Y si no la apoya, ¿qué hace? Porque está la lista parlamentaria, que me imagino es la prioridad. Este escenario de polarización que se vislumbra no es fácil para las fuerzas de centro”, recalcó el expresidente DC en Radio Universidad de Chile.
Con la decisión definitiva pendiente, el desenlace parece cada vez más cercano. En palabras de un militante: “Si se vota hoy, gana la idea de apoyar a Jara por la lista parlamentaria”. Undurraga no está solo, pero los números y la presión pesan.
Desde el entorno de Jeannette Jara saben que cualquier acercamiento debe darse con cautela. Por ahora, la candidata ha optado por la prudencia y no ha hecho contacto directo con Undurraga. Hace poco reveló que no suspenderá su militancia en el PC para facilitar acuerdos.
Cabe mencionar que, a diferencia de la Cámara de Diputados, donde las solicitudes de cupos están al tope, el escenario para el Senado presentaría menos tensión. Las aspiraciones partidarias están más distribuidas: el Frente Amplio y el Partido Comunista concentran su interés en la circunscripción de Valparaíso, mientras que el Partido Liberal apunta a Arica y La Araucanía. En tanto, la FRVS —de la mano de Jaime Mulet— ha manifestado su preferencia por Atacama y también por la Quinta Región.
Esta menor presión en algunas zonas abre espacio para que el Socialismo Democrático y la Democracia Cristiana puedan negociar con mayor holgura sus postulaciones senatoriales.